Basura Electrónica

En México se generan anualmente entre 150 y 180 mil toneladas de desechos electrónicos, entre teléfonos celulares y fijos, equipos de cómputo, I pods, televisores, y todo tipo de aparatos de audio y video, Según el “Diagnóstico sobre la generación de basura en México” realizado en 2008, aunque datos extraoficiales manejados por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente indican que tan sólo en 2006 se estimó en 257 mil toneladas.

Este tipo de aparatos y complementos electrónicos contienen sustancias tóxicas como arsénico, cadmio, cromo, mercurio, plomo, selenio y éteres de bifenilos polibromados. De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología, son clasificados “de manejo especial”, aunque no son catalogados como peligrosos en la normatividad mexicana.

Desafortunadamente , México carece de políticas claras de cómo reciclar la basura electrónica. Existe la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, la cual permite enmarcar estos desechos como de manejo especial bajo el esquema de responsabilidad compartida, que involucra a la cadena de producción y distribución, a los consumidores y a los tres poderes de gobierno.

Sin embargo, hay atraso en la materia, al no implementar recolectores o crear proyectos para reciclar los componentes útiles de esos aparatos, lo que contribuye a que sean depositados y tratados como cualquier tipo de basura.
Por otro lado, la responsabilidad del fabricante no sólo se limita a gestionar la basura electrónica adecuadamente, sino tiene que comenzar a fabricar productos cada vez más libres de tóxicos y con una vida útil mayor.