El trueque en nuestros tiempos es una manera eficiente de prescindir de los bancos y de los sistemas de fiscalización del Estado para poder generar una economía de mercado lejos del alcance de las depredaciones de los impuestos, las comisiones y las tasas de interés bancarias.
Como tal, el trueque como sistema florece cuando el sistema financiero no tiene el contrapeso de una buena regulación y resulta demasiado oneroso para los participantes del mercado. Es asimismo una excelente forma de evadir impuestos cuando la percepción social del funcionamiento del estado se torna negativa
Cuando se percibe, ya sea justa o injustamente, que los impuestos no regresan a la sociedad como servicios indispensables que debe de brindar el Estado, se buscan las maneras de que la porción del ingreso que se destina a éste disminuya. La forma mas sencilla de lograrlo es integrándose a redes de trueque en donde, no cambiando dinero de manos, le resulta imposible al Estado fiscalizar los intercambios.
La popularidad del trueque por lo tanto crecerá y disminuirá en relación inversa a la popularidad del trabajo del Estado y de los bancos.
La desventaja del trueque es que resulta dificil establecer mecanismos transparentes para encontrar los precios de bienes y servicios no equivalentes.
Otra desventaja de los sistemas de trueque es que en ausencia del sistema contractual habitual resulta fácil para una de la partes en el trueque evadir el cumplimiento de su trato.
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