Después
de leer el libro; “Organiza: Construyendo desde lo local para la Justicia
Global” Christian Scott , coordinador
del proyecto Mejor Santa Tere
reflexiona acerca de su trayectoria como parte de organizaciones sociales como Ciudad para Todos:
Carta
abierta para activistas: re-enfocar nuestros métodos y acciones para generar
cambios más profundos en nuestras comunidades.
30
de Octubre del 2012
Como
‘comunidad activista’ nos hemos convertido en expertos para organizar eventos e
intervenciones que sorprenden a la gente, a los medios y a los políticos por su
novedad y creatividad. Esta trayectoria y pericia nos ha traído ciertas
victorias y nos ha ayudado a construir lo que ahora es un Movimiento.
Sin
embargo, no hemos logrado ser organizadores de gente, de comunidades, de
barrios. Trabajamos y luchamos al lado de personas que piensan como nosotros,
que no siempre son directamente afectados por los temas que nos unen, que
usualmente pertenecen al mismo sector socio-económico que nosotros. En otras
palabras: vivimos en una ‘burbuja activista’ en la cual una ideología nos une
pero no un espacio físico en el cual podemos desenvolvernos y organizar
comunidades.
No
pretendo decir que hemos tomado decisiones y caminos equivocados. Sin embargo,
es hora de replantear el trabajo que hemos hecho, hacemos y pensamos hacer. El
reto es ver mas allá de nuestros ‘círculos activistas’ y tratar de insertarnos
en las comunidades, en los barrios, cuadra por cuadra. Creo que solo a través
de un trabajo de base, de organización local-barrial, podremos alcanzar los
cambios sociales que – activa y discursivamente – buscamos.
¿de
qué manera lo que queremos cambiar —por ejemplo, la ciudad— es afectado por las
‘estructuras de opresión’ que dominan nuestra sociedad?, ¿hasta qué grado
estamos haciendo un trabajo ‘exitoso’ al hablar de espacio público, de
movilidad, de equidad y género sin antes tomar en cuenta los sistemas de
injusticia económicos como el capitalismo depredador, políticos como la falta
de representación política, corrupción y sobretodo una falta de canales de
participación verdaderamente ciudadana y sociales como discriminación,
machismo, homofobia, etc.—?
Debemos hallar maneras creativas para
financiar proyectos comunitarios desde la comunidad, sin presiones externas de
fundaciones u organismos de gobierno. Debemos hallar maneras originales de
trabajar en conjunto y apoyarnos entre colectivos ciudadanos y ONGs,
potencializando los talentos y ventajas de cada tipo de organización y
minimizando sus desventajas.
Estoy
convencido de que reflexionar sobre estos puntos e ideas nos ayudará como individuos
y como organizaciones a replantear nuestras acciones, métodos, aspiraciones y
planes de trabajo para mejor alcanzar nuestros objetivos y —si es lo que
realmente buscamos— generar un verdadero cambio social.
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