México es un santuario para el lavado de dinero en donde en 12 años
jamás ha sido molestado un banquero por su papel central en el trasiego de
drogas.
México es un casino en donde el dinero producto de las actividades
ilícitas de la extorsión o de la trata de blancas se canaliza en apuestas...
que no importa quién las gane, quién las pierda, si se cobran o no, ofrecen una
generosa rebanada de ganancias blanqueadas. México es uno de tantos santuarios
de protección del dinero ilícito...
México es un refugio invulnerable en contra de la inteligencia en donde
en un sexenio se quedaron afónicos de pregonar el combate al narcotráfico
mientras se daban todas las facilidades para que aquellos selectos del poder
participaran de sus ganancias.
México es un prostíbulo de lujo con hermosos paisajes y reglas
infinitamente elásticas para su mejor operación... no existen mayores conflictos
que aquellos que genera la sana competencia darwiniana a plomazos entre
cárteles y mafias por el control del territorio.
México es mágico pues Televisa logra el antimilagro de operar casinos
reportando pérdidas y los hipódromos reportan pingües ganancias basadas en
premios no cobrados... imaginemos esto: ganadores de apuestas que nunca
reclaman el premio producto del sudor de su cartera.
México es nudo de narrativas torcidas donde los emporios ilegales se
pueden manejar y administrar desde la cárcel, donde la agencia regulatoria de
los casinos otorga permisos a los funcionarios que controlan la agencia...
Donde la secretaría de la función pública nunca pudo cumplir su función ni en
privado... lo cual por lógica implicaría que sus funcionarios en buena
conciencia desfilaran a las penales reclamando ser admitidos por su
incumplimiento en el deber.
México, en suma, avanza con vigor en el proceso de trasladar los tres poderes a las penales de máxima seguridad, avanza el convencimiento de que en esos penales se discute y forja el eje orientador de nuestro futuro; Desde donde -con innovadores sistemas de comunicación y protegidos por altas murallas- los capos del país nos digan a donde vamos...
México, en suma, avanza con vigor en el proceso de trasladar los tres poderes a las penales de máxima seguridad, avanza el convencimiento de que en esos penales se discute y forja el eje orientador de nuestro futuro; Desde donde -con innovadores sistemas de comunicación y protegidos por altas murallas- los capos del país nos digan a donde vamos...
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