martes, 24 de enero de 2012

Desenmascarando a la oligarquía

Es un mundo de simulaciones, donde el poder se enmascara con el vestuario democrático para ocultar su rostro oligárquico, opresor y totalitario.
En el fondo de todo poder establecido crece la corrupción. Este problema se extiende a los medios de comunicación que necesariamente son cómplices de esta mutación del poder de una entidad que gobierna a una burocracia parasitaria que domina a la sociedad entera y le roba vitalidad a través de innumerables actos fraudulentos.
Para mantener el sistema de privilegios y corruptelas es necesaria la complicidad mediática. Pero cuando la ilegalidad y el ocultamiento se vuelven rutina obvia y abierta, la sociedad responde buscando canales alternos de información. Ya sea de forma pasiva o activa, surgen de su seno organizaciones que se dedican a revelar y poner a la vista pública lo que el estado y los medios quieren ocultar.

Con esta información disponible por canales alternos, inevitablemente surgen las resistencias, todo tipo de voces disidentes que buscan acotar y combatir la rampante ilegalidad en la que degeneran los poderes establecidos. Frente a la timidez y complacencia de los medios masivos de comunicación surgen hoy las organizaciones de anonymous y de wikileaks. Se filtran por las zonas donde la prensa y la televisión nunca transitan pues desenmascaran las complicidades criminales de los políticos con actos inconfesables de robo, fraude, desfalco de la riqueza social.

La corrupción es el síntoma por excelencia de la decadencia del Estado y sus gobiernos. Ahí es donde queda evidenciada la disfunción esencial de un sistema legal en quiebra. la desaparición del equilibrio de poderes para dar lugar a una cultura amafiada con leyes de silencio y de inducción invariablemente delictivas.

El ciclo se repite: frente al poder absoluto se desarrolla una voz disidente que se va multiplicando y generando un consenso de resistencia a la inocultable desigualdad que genera el poder. Las herramientas de esa resistencia son la información. Los gobiernos intentan en sus postrimerías hacer del derecho de información, del derecho de asamblea, del derecho de petición actos punibles, delitos... Mientras, desde el legislativo van generando leyes de privilegio en donde a los pocos se les permite hacer lo que a los muchos se les prohibe.

Este fenómeno es mundial. En el caso mexicano, de forma singular, los miembros pertenecientes a anonymous tienen que refugiarse en la clandestinidad para poder operar pues el Estado considera sus actividades como ilícitas, un delito el revelar los nexos que existen entre autoridades y cárteles.

Anonymous y wikileaks son apenas la punta de una larga, profunda hebra social que toma conciencia de esto. Sus actos de desenmascaramiento y de resistencia al poder marcan el ocaso de esta oligarquía.

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