El mundo de las crisis financieras eternas y
recurrentes es el mundo secreto de un conflicto entre los banqueros, con su
lógica matemática, y el mundo en el que habitamos todos nosotros.
En el mundo de los banqueros, el dinero tiene un
costo que se expresa como una tasa de interés. Esto es, una cuota adicional al dinero
que prestan, que les permite declarar una utilidad en el tiempo.
La lógica es sencilla: el banquero al prestarte
dinero te permite consumir hoy lo que solo podrías pagar mañana, o en diez años
o en treinta años...
Como es el caso de un desayuno, un carro o una casa….. Dependiendo del plazo y el monto porcentual del crédito, el consumidor pagará de tres a 30 veces el crédito original, el banquero con muy bajo riesgo habrá logrado el milagro de multiplicar su inversión de tres a treinta veces.
Como es el caso de un desayuno, un carro o una casa….. Dependiendo del plazo y el monto porcentual del crédito, el consumidor pagará de tres a 30 veces el crédito original, el banquero con muy bajo riesgo habrá logrado el milagro de multiplicar su inversión de tres a treinta veces.
El problema surge cuando el consumidor de crédito,
por las buenas o por las malas, deja de cumplir con los pagos. Claro, el
problema se resuelve en su mayor parte dándole al banco los bienes que
adquirieron con el crédito. El banquero estará triste porque se interrumpe aquí
el milagro de las utilidades continuas. Además, ahora tiene una propiedad para
la cual no tiene uso y que resultará difícil y costoso rematar.
El consumidor en quiebra estará triste porque después
de hacer pagos por años y que en ocasiones representan tres o más veces el
monto original del bien adquirido, de repente se encuentra que no tiene casa o
carro.
Además se agrega que, si el banco declara
bancarrota, se la cantidad de dinero en circulación. Ahora hay menos para
prestar...
Este es el triste caso de Europa. Un consumidor en
bancarrota con una banca en bancarrota. Consumieron
en diez años lo que sin crédito habrían tardado 50 años en construir.
Pero nadie quiere admitir la bancarrota. Quebrar un
banco es un pecado mayor en la biblia del banquero, quebrar un banco es la
condena al infierno.
Aquí entran al rescate de los bancos, los gobiernos y las agencias multilaterales.
Aquí entran al rescate de los bancos, los gobiernos y las agencias multilaterales.
La esencia de un "rescate" es el de extender
la línea de crédito del país en quiebra, prestarle dinero para que éste pueda
pagar los adeudos anteriores...
Aquí en México a esta práctica financiera la
conocemos como jinetear el crédito...
Y es tipificado en sus extremos como delito.
Hoy por hoy toda Europa, menos Islandia, jinetea
alegremente los créditos....
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